Beato Pere Tarrés i Claret

 

                         

El Beato Pere Tarrés y la Parroquia de Santa María del Remei de Les Corts

El Beato Pere Tarrés, siendo director del Secretariado Diocesano de Beneficencia, vio la necesidad de atender a los afectados de tuberculosis pulmonar, particularmente en Barcelona donde los enfermos tenían que esperar meses para obtener un ingreso en un centro para ser tratados. Tuvo la idea de fundar un sanatorio; Así fue, y junto con el Dr. Gerard Manresa, un renombrado tisiólogo, se creó primero la Obra Benéfica Antituberculosis (OBA) y adquirieron la torre de la calle de Mas Pujo (actualmente calle de Numancia, donde se encuentra la sede de la Fundació Pere Tarrés, para la educación del tiempo libre), allí instalaron el Sanatorio-Clínica de la Mare de Déu de la Mercè, que fue inaugurada y bendecida el 15 de mayo de 1947, por el Dr. Gregorio Modrego, obispo de Barcelona; dónde se atendieron y curaron a muchas familias sin recursos afectadas por la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas.

Este Sanatorio-clínica, tuvo una gran relación con la parroquia; aunque tenían una pequeña capilla, era frecuente que las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, que atendían este sanatorio, asistiesen a los actos de la parroquia; también la relación con Mn. Narcís Prat, que fue el primer director. Además, debido a su proximidad  los feligreses de la parroquia el Jueves Santo era uno de los lugares donde primero se realizaban las tradicionales «visitas de Monumentos»; y la procesión del Corpus, en su recorrido por las calles de la parroquia, al pasar por delante del sanatorio, el Santísimo Sacramento se estacionaba en el altar que se instalaba en el jardín junto a la entrada de la torre.

El Beato Pere Tarrés, el 17 de mayo de 1950, ingresó gravemente enfermo en el Sanatorio-Clínica de la Mare de Déu de la Mercè. Lo recibieron Mn. Narcís Prat y la madre superiora, a quienes dijo «Aquí me tenéis; vengo a hacer de enfermo«. Llevaba una pequeña imagen de la Virgen María, que puso sobre la mesa en su habitación, diciendo que cuando él iba de viaje o dormía fuera de casa, la llevaba en la maleta.

Desde la cama de la Clínica-sanatorio de la Mare de Déu de la Mercè, que él fundó para los tuberculosos pobres, fue dictando durante cuatro meses una lección maravillosa de la fortaleza, de amor al dolor, anhelo de las realidades eternas, de ardor para la salvación de los hombres y especialmente para la santificación de los sacerdotes. Quién tuvo la suerte de acercarse a Mn. Tarrés enfermo, pudo leer el secreto de toda su vida con signos evidentes: amaba locamente a Dios.

Murió el 31 de agosto de 1950. En la capilla se oficiaron varias misas de cuerpo presente. El 2 de septiembre de 1950, tuvo lugar la ceremonia de las exequias del Dr. Pere Tarrés en la parroquia de Santa María del Remei de les Corts; el féretro fue llevado a hombros, desde el Sanatorio-clínica de la Mercè a la parroquia. El Dr. Gregorio Modrego, obispo de la diócesis, dijo entre otras frases, «Podemos creer piadosamente que el Dr. Tarrés es ya todo del Señor, en la gloria. A la muerte de mis sacerdotes recomiendo imitarlos en esta o en una u otra virtud; el Dr. Tarrés puedo decir que lo imitéis en todo”. Terminada la ceremonia religiosa, el féretro fue llevado hombros hasta el cruce de la calle de Cabestany con Travessera de les Corts, donde se colocó en un coche fúnebre para su traslado al cementerio de Montjuic.

La parroquia de Santa María del Remei, cuando el 1996 celebró el 150 aniversario de su erección, entre los actos programados, hubo la celebración de la Eucaristía, el 18 de abril, a las 8 horas de la tarde, en la parroquia de San Vicente de Sarrià, parroquia madre de la cual se segregó. En este acto se ofreció un candelabro de hierro forjado para colocarlo cerca de la tumba del Beato Pere Tarrés, para que su luz recuerde este aniversario cerca del sacerdote que estuvo vinculado con las dos parroquias.

El día 5 de septiembre de 2004, Pere Tarrés fue beatificado por el Papa Juan Pablo II, en el santuario de Loreto.

El día 30 de mayo de 2005, primera celebración de su festividad, en la parte posterior de la iglesia fue bendecida la placa recordando que en esta parroquia de Santa María del Remei, el 2 de septiembre del año 1950, se celebraron las exequias del Beat Pere Tarrés i Claret y dando gracias a Dios por su beatificación:

El dia 2 de setembre de 1950 se celebraren, en aquest temple parroquial de Santa Maria del remei de les corts, les exèquies del dr. Pere tarrés i Claret, beatificat pel papa joan Pau II, en fem memòria en la primera celebració de la seva festa litúrgica, tot donant gràcies a Déu. 

 

 

El día 19 de marzo de 2007, se bendijo la imagen del Beato Pere Tarrés, hecha con piedra de Ulldecona, obra de la escultura Montserrat García Ríos, y que podemos ver y veneran en la capilla del Santísimo de nuestra parroquia.

 

 

 

Biografía del Beato Pere Tarrés i Claret (1905-1950)

Pere Tarrés i Claret nace el 30 de mayo de 1905 en Manresa, provincia de Barcelona, Cataluña (España). Sus padres Francesc Tarrés Puigdellívol y Carme Claret Masats, creyentes ejemplares, tienen dos hijas, Francisca y María. Pere es bautizado el 4 de junio en la Parroquia de la Virgen del Carmen.

La familia realiza traslados frecuentes (Badalona, Mataró, Barcelona) a causa del trabajo del padre (mecánico); en Badalona Pere es confirmado el 31 de mayo de 1910. Alumno de los Padres Escolapios, recibe la primera comunión el 1 de mayo de 1913. En 1914 la familia retorna a Manresa y Pere estudia con los Padres Jesuitas.

Adolescente de carácter alegre y abierto, cariñoso con sus padres y hermanas, amante de la naturaleza, contemplativo, místico, con alma de poeta. Habitualmente ayuda en la farmacia del Sr. Josep Balaguer, que lo encamina a proseguir los estudios.

Obtiene una beca de estudios que le permite concluir el bachillerato en el Colegio de San Ignacio. Con otra beca de estudios, obtenida con la ayuda de algunos médicos que le aprecian, puede acceder a la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona. Desde 1921 vive en el barrio popular de Gracia, donde asiste al Oratorio de San Felipe Neri y allí, desde 1922 hasta 1936, es hijo espiritual del P. Jaume Serra.

Es miembro de la Federación de Jóvenes Cristianos, con ardiente celo apostólico. La Federación es Acción Católica (AC) como el Papa Pío XI la proponía entonces: oración, estudio y acción, bajo la dirección de la jerarquía local. Pere cumple las tareas que le encomiendan a la Federación y al AC simultáneamente. Para Pere, el secreto de la vida espiritual de los militantes está en la devoción eucarística y el amor filial a la Virgen.

En julio de 1925 muere su padre y poco tiempo después su madre sufre un accidente que le deja inválida.

En Navidad de 1927, estando en Monistrol de Calders, hace el voto de castidad con la aprobación de su director espiritual.

En 1928, después de haber terminado la carrera de Medicina (con premio extraordinario), se establece definitivamente en Barcelona. Durante este periodo, sus hermanas ingresan en el convento de las Concepcionistas. Junto con su compañero, Dr. Gerard Manresa, funda el sanatorio – clínica de la Virgen de la Merced de Barcelona.

Durante el ejercicio de su profesión de médico es ejemplar en la caridad y en la vida de piedad; nunca pierde esa alegría contagiosa que le permite tratar con respetuosa familiaridad a los enfermos.

El 8 de julio de 1936 se traslada al Monasterio de Monserrat para hacer ejercicios espirituales, que son interrumpidos el día 21 por el alzamiento nacional; Pere se traslada a la Generalitat y logra obtener la tutela de la policía para preservar la integridad del monasterio de la barbarie anarquista. Refugiado en Barcelona, lleva a escondidas la comunión a los perseguidos por los milicianos rojos y logra escapar de una pesquisa que se hace en casa.

En julio de 1938 se enroló en el ejército republicano como médico. Gracias a su coraje y dedicación, los mismos soldados piden que sea promovido a capitán del ejército. Dedica parte de su tiempo al estudio del latín y de la filosofía, en preparación a sus futuros estudios sacerdotales, y no pierde ocasión de manifestar su fe.

En enero de 1939 vuelve a casa del frente de guerra. El 26 de enero de 1939 se rinde al ejército nacional. Integrado en la vida normal, continúa la actividad de médico, cubre algunos encargos en la AC y se prepara para ingresar en el Seminario de Barcelona, ​​lo que ocurrirá el 29 de septiembre de 1939.

En 1941, año en que muere su madre, recibe las órdenes menores y el subdiaconado (20 de diciembre) y el año siguiente el diaconado (22 de marzo de 1942). Ordenado presbítero el 30 de mayo de 1942 y el obispo lo designa coadjutor (vicario) de la Parroquia de San Esteban de Sesroviles el 3 de junio. En 1943, por deseo del obispo, frecuenta la Universidad Pontificia de Salamanca, donde obtiene la Licenciatura en Teología el 13 de noviembre de 1944.

De regreso a Barcelona, recibe los nombramientos pastorales: vice diocesano de los jóvenes de AC, consiliario de las mujeres y jóvenes de AC del Centro Parroquial de la Parroquia de San Vicente de Sarriá (1944), capellán de la comunidad y del Colegio de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción (1945).

En las distintas obras apostólicas que le encargan no le faltan dificultades que le hacen sufrir, pero él sabe responder con actitudes evangélicas de caridad, prudencia y fortaleza sembrando desde la cruz la tierra de su apostolado. El 17 de noviembre de 1945 escribe en su Diario que se siente sumergido en el océano del apostolado, como había soñado durante tanto tiempo, con el mismo ardor y entusiasmo que sintió, cuando era laico, por la Federación. Antes de morir expresará su alegría por el apostolado en la AC femenina de Sarriá, afirmando: «Yo soy hijo de obreros. En el cielo trabajaré mucho por todos ustedes»

Durante las vacaciones en el santuario de la Virgen de Nuria, en el Pirineo de la provincia de Girona, a 2.000 metros, recibe muchos grupos de jóvenes de AC.

También cumple los encargos siguientes: consiliario y asesor de los oblatos laicos benedictinos y de la Unión de Monaguillos de Monserrat – antiguos miembros cantores del coro del monasterio – (1946); director de la Obra de la Visitación de la Virgen, actividad destinada a procurar ayuda material y espiritual a los enfermos pobres (1947); beneficiado de la Parroquia de Santa Ana (1949); consejero de la Escuela Católica de enseñanza social de Barcelona (1949); confesor ordinario del Seminario (1949) ; delegado diocesano de la Protección de la Mujer (1949); director espiritual del Hospital de las Magdalenas, donde se acoge a mujeres en fase terminal, por la prostitución o la extrema miseria moral. Pere Tarrés dejó una huella perenne y benéfica en todos los que lo trataron por actividades apostólicas.

El 17 de mayo de 1950 le hicieron una biopsia y se le diagnosticó un limfosarcoma linfoblástico. Tarrés vivió su enfermedad con una actitud de total abandono en Dios y ofreciendo su vida por la santificación de los sacerdotes. El 31 de agosto de 1950, a los 45 años, moría en la Clínica que había fundado. Fue sepultado en el cementerio de Montjuïc. El 6 de noviembre de 1975 sus restos fueron trasladados a la iglesia parroquial de San Vicente de Sarriá, donde aún reposan.